23 de julio de 2016

¿Los piratas cambian de rumbo?


Xi Jinping, brindando con Isabel II. Londres, 2015

Post-Brexit: Gran Bretaña desecha a Europa por China e India
Alfredo Jalife-Rahme
6 de julio de 2016

La reina de Inglaterra anda feliz después del Brexit. Ocho días después exhortó a los parlamentarios de Escocia –la cual busca paradójicamente tanto su separación de Gran Bretaña (GB) como su incorporación a la Unión Eu­ropea (UE)– a sentir esperanza y optimismo (http://goo.gl/Ab0jsC).

La reina Isabel II, quien supuestamente apoyó el Brexit, diagnostica que los británicos viven y trabajan en un mundo demandante (sic) y crecientemente complejo (sic) con eventos y desarrollos que ocurren a una velocidad notable.

Tampoco exhibe malestar el premier saliente David Cameron, del Partido Conservador, quien insólitamente convocó al referendo para oponerse al Brexit… ¡Luego me platican!

Según el Financial Times (FT), en el nuevo mundo post- Brexit GB volteará a ver a China (¡supersic!), India y Estados Unidos (EU) después de su ruptura con la UE (http://goo.gl/qC6zYB).

Se trata de una clásica jugada geopolítica de la pérfida Albión: mantiene su pie izquierdo noratlántico con EU, donde cultiva su relación especial, mientras quita su pie derecho de Europa para colocarlo en China e India.

Sarah Gordon, del FT, afirma que GB lanzará misiones comerciales de alto nivel a China, India, EU y el Commonwealth, mientras el premier saliente Cameron “instruyó a los líderes de negocios que era imperativo para las trasnacionales de GB ‘no permanecer fijadas’ en la UE, sino que había que poner un gran esfuerzo para hacer avances más allá del bloque”, cuando es importante que los hombres de negocios entiendan que se están mudando de casa.

Mediante su dramático giro geopolítico/geofinanciero, la secretaria del Tesoro de GB contempla duplicar (¡supersic!) sus exportaciones a un billón de libras esterlinas en 2020, en comparación con las 507 mil de 2014.

No digo que GB se incorporará al BRICS –menos ahora que palidece en su acrónimo la letra B, de Brasil–, pero es imprescindible la lectura e interpretación de Rusia, que señala la probabilidad de un tratado de libre comercio de China (sic) y GB y de “cómo el Brexit puede acelerar el acercamiento entre chinos y británicos” (http://goo.gl/CKSEb8), a lo cual se había adelantado George Osborne (http://goo.gl/mWqUWF), quien sentenció, con antelación a la visita del mandarín Xi a Londres en octubre pasado, que GB sería el mejor (sic) socio de China en Occidente.

Lu Zhengwei, economista en jefe del Banco Industrial de Shanghai, exhortó al “establecimiento de un tratado de libre comercio entre China y GB, en el mundo post- Brexit”.

Sostengo mi axioma tripolar: “en los asertos selectivos de las tres superpotencias quizá se resuma el núcleo del nuevo orden global como consecuencia del Brexit: EU afirma que ganó Rusia; China asevera que ganó el dólar y perdió el euro, y Rusia asegura que ganó China” (http://goo.gl/ZAfv2o).

A contracorriente de los grotescos propagandistas neoliberales globales (quienes no salen de su catatonia), Thierry Meyssan, director de Red Voltaire, interpreta la nueva política exterior británica (http://goo.gl/aWuEQC): La prensa occidental no para de repetir que, al decidir su salida de la UE, los británicos se han aislado del resto del mundo y que tendrán que enfrentar terribles consecuencias económicas. Pero el descenso de la libra esterlina podría convertirse en una ventaja en el seno del Commonwealth, una familia mucho más extensa que la UE y que abarca los seis continentes. Pragmática, la City podría convertirse rápidamente en el centro mundial del yuan e implantar la divisa china en el seno mismo de la UE. A su juicio, ya estaba lista la mesa para hacer de la City londinense el caballo de Troya chino en la UE, en detrimento de la supremacía de EU."

Sarkis Tsaturyan, historiador ruso-armenio y analista político internacional, expone tres magnas consideraciones para el acercamiento de GB y China: 1) la Bolsa de Londres –eje global del comercio– es el más importante centro financiero de Europa y el segundo mercado para comercializar la divisa china, el yuan, cuando el Banco China Minsheng abrió su oficina europea en Londres y no en Francfort; 2) Pekín vislumbra a Londres como el punto terminal de su nueva ruta de la seda terrestre, y 3) “Pekín establecerá lazos directos con la City y ejercerá presión sobre los eurócratas de Bruselas”, mientras Londres reforzaría sus posiciones en Europa, redistribuyendo las inversiones chinas. En reciprocidad, el liderazgo de GB cabildea para la internacionalización del yuan apuntalado por el oro (sic).

Según Tsaturyan, los calculos de GB son claros, ya que “buscan inversiones chinas en el proyecto del centro neurálgico (powerhouse) del norte que tiene por objetivo vincular Manchester, Liverpool, Leeds, Sheffield y Newcastle con una red de trenes de alta velocidad”. Se infiere que tales trenes serán construidos por China.

China vislumbra el lucrativo mercado europeo, donde GB sería el eje, como alternativa al de EU (sic).

Según el portal Sputnik, Washington está furioso, ya que las recientes iniciativas de Pekín “pueden descarrilar el TTIP (Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones) que encabeza el establishment financiero de EU”.

No se puede soslayar el papel de Rusia como una ruta segura de tránsito e indispensable abastecedor de energía a China, a juicio de Tsaturyan, cuando resalta la relevancia de dos rutas ferroviarias que constituyen el nervio principal de la geopolítica moderna: 
1) Shanghai/Vladivistok/Nakhodka/San Petersburgo/Rotterdam y 
2) Shanghai/Alma Ata/Orenburg/San Petersburgo/Rotterdam.

¡La circulación sanguínea de la infraestructura euroasiática!

El célebre Banco de Inversiones e Infraestructura Asiático –que acordó designar a un ruso (¡supersic!) como vicepresidente– “continuará su cooperación con GB y los países de la UE tras el Brexit”.

A mi juicio, la City (https://goo.gl/dis4nV) lleva gran ventaja geofinanciera debido a su añeja bidireccionalidad con China en la plaza de Hong Kong, primer sitial del ranking mundial.

Fue GB quien inventó el juego financiero vigente y, además de contar con los óptimos recursos humanos en la materia (finanzas/seguros/banca), ostenta una impresionante participación en los mercados financieros globales (datos de 2014): 
1) derivados de las tasas de interés sobre el mostrador (OTC), 48 por ciento; 
2) rotación del cambio de divisas (Forex), 41 por ciento; 
3) seguros marítimos, 28 por ciento; 
4) activos de fondos de cobertura de riesgo ( hedge funds), 18 por ciento, y 
5) empréstitos bancarios internacionales, 17 por ciento (http://goo.gl/neMNzK).

Xie Yu, del South China Morning Post (con sede en Hong Kong), asevera que después del Brexit lo que sigue para el yuan es sí a la devaluación y no a la fuga de capitales, lo que más teme China (http://goo.gl/qnUOUn).

Ahora los inversionistas chinos, desde Hong Kong hasta Shanghai, se abalanzarán para comprar bienes raíces en Londres.

Keith Johnson, de Foreign Policy, enfatiza que las ambiciones de China en Europa versan en geopolítica como en comercio (http://goo.gl/HqrZ4u).

El mayor acercamiento de GB con India, potencia oculta y tercera geoeconomía global –el año pasado con un crecimiento superior a China–, merece un capítulo especial.

Fuente: Jornada-UNAM

15 de julio de 2016

DEUDA PÚBLICA 2016: SIN PRESUPUESTO


"La administración Macri está colocando deuda nueva en gran escala por montos que exceden las autorizaciones presupuestarias conocidas para el corriente año, estaría cubriendo gastos corrientes con deuda pública – lo que está prohibido por ley – y no está informando sobre los montos de nueva deuda correspondientes a la cobertura de los déficits financieros de 2016 y 2015 no contemplados en el ejercicio en curso."



Por Héctor GIULIANO 
(8.7.2016)

La normativa oficial sobre Crédito Público – Ley 24.156 de Administración Financiera del Estado y todas sus disposiciones conexas (con base en el artículo 75 de la Constitución Nacional) – establece taxativamente que las operaciones de deuda deben estar autorizadas por ley del Congreso.

La Ley 27.198 de Presupuesto 2016 – emitida a fines del gobierno Kirchner – prevé un aumento de la deuda pública durante este ejercicio, en pesos y en moneda extranjera, por el equivalente a 23.400 MD (Millones de Dólares).

La Ley 27.249 – del 31.3 de este año – autorizó un endeudamiento adicional por 12.500 MD para el arreglo de pago a los Holdouts, lo que elevaría ese total a unos 36.000 MD (35.900).

Pero el presupuesto del corriente año contemplaba un Déficit Fiscal de 9.200 MD mientras que ahora este déficit se estima entre 25 y 30.000 MD, esto es, unos 15.000 MD más de lo originalmente previsto, de modo que el endeudamiento total superaría los 50.000 MD en el ejercicio, ya que el déficit se cubre con más deuda.

Sin contar todavía aquí el impacto financiero diferencial por los pagos a jubilados/pensionados de la ley aprobada días pasados – que sumarán montos ciertos al gasto público – contra las cifras del nuevo blanqueo, que constituyen montos inciertos.

Este extraordinario aumento adicional de la Deuda Pública en curso no se encuentra clara ni debidamente respaldado por las normas de endeudamiento del Estado.

Con el agravante que la Ley 27.198 de Presupuesto 2016 ha quedado totalmente distorsionada con la serie de medidas adoptadas por la nueva administración Macri sin haberse procedido a las correspondientes modificaciones presupuestarias.

Los supuestos macro-económicos básicos del actual presupuesto consideraban un tipo de cambio a 10.60 $/US$ y una Inflación minorista (IPC) promedio de 14.5 % y final anual de 10.40 % (!), valores que ya han tenido variaciones sustanciales contra las optimistas proyecciones oficiales: dólar hoy a 15 $ e inflación prevista en más del 40 % durante el año.

Apenas asumido el gobierno Macri – e incluso antes, durante la campaña electoral del 2015 – se habló de la necesidad de corregir el Presupuesto de este año, en particular desde las filas del Frente Renovador del ex candidato Sergio Massa (aliado político-parlamentario del oficialismo), aunque luego de las sucesivas negociaciones con el bloque de Cambiemos esta idea quedó sin efecto.

La actual administración, por ende, estaría colocando deuda por encima de las autorizaciones presupuestarias expresas para el ejercicio 2016, lo que constituye un tema que debiera ser debidamente aclarado por el gobierno ya que las operaciones de endeudamiento contraídas sin respetar los términos de la Ley 24.156 de Administración Financiera del Estado son nulas:

  1. El artículo 56 de la Ley prohíbe la realización de operaciones de crédito público para financiar gastos operativos pero las nuevas deudas de la Nación – y también de las Provincias (que no están en la ley nacional de presupuesto pero sí en las leyes provinciales respectivas) – se estarían contrayendo para cubrir estos gastos corrientes.
  2. Las Letras de Tesorería – que según los artículos 57 y 82 de la 24.156 no se consideran Deuda Pública – son obligaciones a corto plazo (menos de un año) que deben ser reembolsadas dentro del mismo ejercicio que se emiten pero las últimas Letes se están colocando con vencimiento en el 2017.
  3. El artículo 60 establece en forma expresa que no pueden realizarse operaciones de crédito público sin ley de presupuesto ni ley especial al respecto – como fue el caso de la Ley 27.249 – salvo las correspondientes a organismos financieros internacionales de los que el país forme parte.
  4. El artículo 61 impone que cuando se trata de Deuda Externa debe emitir opinión previa el Banco Central (BCRA) pero no se sabe si este requisito se está cumpliendo y – en caso afirmativo – en qué términos (como ya faltó también en la Ley de pago a los Holdouts, en que no se conoce el dictamen pertinente).
  5. El artículo 66 dice textualmente que: Las operaciones de crédito público realizadas en contravención a las normas dispuestas en la presente ley son nulas y sin efecto, sin perjuicio de la responsabilidad personal de quienes las realicen. Y que: Las obligaciones que se derivan de las mismas no serán oponibles ni a la administración central ni a cualquier otra entidad contratante del sector público nacional.


El gobierno Macri – a contrario sensu de su declarada política de transparencia – no está suministrando informaciones claras y concretas sobre toda su operatoria de endeudamiento público.

El arreglo con los holdouts – que fue aprobado por ley del Congreso - no estuvo acompañado de las pertinentes liquidaciones de pago ni detalle alguno que permitiera saber qué se estaba autorizando a pagar, por qué montos y por qué conceptos desagregados, ni bajo qué antecedentes específicos de reclamos.

Tampoco tuvo explicación alguna el préstamo sindicado por 5.000 MD contraído en Enero pasado con los siete grandes bancos – liderados por la Banca Morgan – que son los mismos que, también por contratación directa, intervinieron como bancos colocadores y compradores de la emisión de bonos por 16.500 MD para pago a los Holdouts en Abril.

La administración Macri está colocando deuda nueva en gran escala por montos que exceden las autorizaciones presupuestarias conocidas para el corriente año, estaría cubriendo gastos corrientes con deuda pública – lo que está prohibido por ley – y no está informando sobre los montos de nueva deuda correspondientes a la cobertura de los déficits financieros de 2016 y 2015 no contemplados en el ejercicio en curso.

El denominado Programa Financiero 2016 – aparentemente, un programa de endeudamiento para el período Mayo-Diciembre del año – no muestra informaciones claras y concretas sobre este punto de la deuda adicional por el déficit fiscal excedente.

Ni mucho menos sobre la inexistente capacidad de repago de las nuevas obligaciones, como no sea siguiendo permanente e inexorablemente la política institucional de cancelar vencimientos de capital con nuevas deudas y abonar cada vez más intereses.